DIAGNOSTICO

¿Cómo se hace el diagnóstico?

La lenta evolución de la enfermedad y la facilidad para poder hacer estudios, permite tener tiempo y herramientas para detectar y erradicar la enfermedad si el diagnóstico se hace oportunamente.

Entre los estudios que se pueden realizar tenemos:

  • La citología cervicovaginal: el ginecólogo, practicará un reconocimiento general, examen de la vulva, de la vagina y exhaustivamente del cuello uterino, tomará una muestra para citología o Test de Papanicolau.
  • La colposcopía: este examen, consiste en la evaluación directa del Cuello Uterino con un lente de gran aumento denominado Colposcopio, el cual permite visualizar el tejido de aspecto anormal, de encontrarse éste presente, se tomará una pequeña muestra del tejido (biopsia), la cual se enviará al laboratorio para su estudio histológico y determinar dentro de qué categoría se encuentra la lesión.
  • Ante la duda, el médico pedirá una biopsia dirigida (buscando directamente la infección por VPH) del tejido que obtuvo en la colposcopía.

Actualmente un grupo de investigadores del Instituto de Investigaciones Biomédicas en México, encabezados por Goar Gevorkian y Karen Monoutcharin, desarrollan un método que permite detectar el VPH de manera sencilla y económica. El método pretende identificar anticuerpos del VPH en muestras de secreciones incluyendo la saliva de las pacientes que padecen una infección y las que tienen cáncer cervicouterino.







¿Cómo puede prevenirse el cáncer en el cuello uterino?


1. Un control riguroso periódicamente mediante el examen de Papanicolao (al menos una vez al año o más frecuente si así lo indica su médico).


2. Evitar los compañeros sexuales promiscuos, especialmente aquellos que frecuentan prostitutas.


3. No fumar ya que aumenta el riesgo de que las lesiones provocadas por este virus evolucionen hacia cáncer.


4. Estimular el sistema inmunológico. Para ello es conveniente tener una alimentación sana y variada orientada al consumo de sustancias antioxidantes que mejoren su sistema inmunológico. Debe comer mucha fruta y verdura: el tomate es rico en un antioxidante llamado licopeno; brócoli y otros vegetales verdes; frutas y vegetales rojos y amarillos (ricos en betacarotenos).


5. Consumir mucha vitamina C natural (jugo de naranja, limón, tomate, kiwi, fresa, etc.) y alimentos ricos en fibra vegetal.


6. Evitar o comer poco carnes en conserva (jamones y similares) y reducir el consumo de carnes rojas.


7. Consumir alimentos ricos en ácido fólico el cual se encuentra en las hojas verdes (que se deben consumir crudas o poco cocidas). Algunas de las principales fuentes alimentarias de ácido fólico son los vegetales de hojas verdes, el hígado, los granos integrales, los cítricos, las nueces, las legumbres y la levadura de cerveza. También puede consumir el ácido fólico en tabletas. La dosis es de 400 microgramos diarios, para ello puede consumir media tableta de 1mg al día.


8. Evitar el estrés dado que éste baja las defensas del organismo. Se pueden utilizar técnicas para ayudar a manejar el estrés tal como el yoga y la meditación.


9. Hacer ejercicio físico al menos 3 veces por semana (caminar, nadar, etc.). El ejercicio físico estimula el sistema inmunitario de su organismo.


10. No utilizar anticonceptivos orales como método de planificación.


11. No consuma drogas ni alcohol dado que reducen las defensas de su organismo.


12. Duerma al menos ocho horas diarias. Si le quita el sueño a su organismo sus defensas bajan.

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