El virus de papiloma humano (VPH)

Hasta hace pocas décadas, el origen viral de algunas enfermedades era desconocido e incluso la presencia de los virus se consideraba de poca importancia. Sin embargo, en la actualidad con el avance de la genética la importancia de los virus ha cobrado importancia al descubrirse que pueden formar parte fundamental en el origen de algunas formas de cáncer, entre estos el más estudiado hasta el momento es el Virus del Papiloma Humano ya que su presencia se ha asociado con el cáncer del cuello del útero.

















Definición






El virus del papiloma humano (VPH) es una infección viral que se transmite a través del contacto sexual. El VPH es un grupo de más de 200 tipos de virus, más de 30 tipos son sexualmente transmitidos y pueden infectar el área genital, como la piel del pene, la vulva vaginal, labios o ano o los tejidos que cubren la vagina y el cuello uterino. Las verrugas genitales, también conocidas como condiloma acuminado, son racimos únicos o múltiples que aparecen en el área genital y en ocasiones parecen coliflores.












Factores de riesgo



Hay mayor riesgo de tener el virus si:



  • Se inicia temprano una vida sexual activa

  • Se han tenido muchas parejas sexuales

  • Se tiene una pareja que haya tenido muchas parejas sexuales


Signos y síntomas
La mayoría de infecciones no presentan signos o síntomas, por lo que las personas no se dan cuenta que están infectadas y pueden transmitir el virus a su pareja sexual. Algunas personas, pero no todas, presentan verrugas genitales visibles.











El virus de Papiloma Humano y el riesgo de cáncer

El virus de papiloma humano ahora se conoce como la causa mayor de cáncer del cuello del útero Algunos tipos de virus de papiloma humano se conocen como virus de "bajo riesgo" porque raramente se convierten en cáncer; pero hay otros que pueden llevar al desarrollo de cáncer y estos se conocen como de “alto riesgo” o “asociados con el cáncer".

Ambos tipos de virus de papiloma humano, los asociados con el cáncer y los de bajo riesgo, pueden causar el crecimiento de células anormales en el cuello del útero, pero generalmente sólo los tipos de virus de papiloma humano asociados con el cáncer pueden llevar al desarrollo del cáncer del cuello del útero.

Las células cervicales anormales pueden detectarse cuando se realiza la prueba Pap, o Papanicolao, durante un examen ginecológico.

Modo de Transmision


Modo de transmisión


Las infecciones en el cuello uterino y en la vagina por lo general se transmiten por contacto sexual. No obstante, hay evidencia de otras formas de contagio como son: instrumentos médicos que no están bien esterilizados y juguetes sexuales.


Otra forma de contagio, aunque poco frecuente, es de la madre al hijo durante el parto en los casos en que existen verrugas genitales en el canal vaginal. En estos casos puede producirse en el bebé un cuadro denominado “papilomatosis laríngea”. Este tipo de transmisión es poco común y se previene practicando una cesárea en el momento del parto.


Las verrugas vulgares pueden autoinocularse. Las verrugas genitales pueden transmitirse por contacto directo de la piel con las verrugas.




Periodo de incubación


Es muy variable. Por lo general de dos a tres meses aunque puede ser de años. La mayoría de las infecciones transcurren sin lesiones aparentes y desaparecen sin dejar evidencias de la infección. Un porcentaje pequeño de las infecciones persisten al cabo del tiempo (5- 10%) provocando lesiones que podrían evolucionar a lesiones precancerosas o cáncer al cabo de los años.



DIAGNOSTICO

¿Cómo se hace el diagnóstico?

La lenta evolución de la enfermedad y la facilidad para poder hacer estudios, permite tener tiempo y herramientas para detectar y erradicar la enfermedad si el diagnóstico se hace oportunamente.

Entre los estudios que se pueden realizar tenemos:

  • La citología cervicovaginal: el ginecólogo, practicará un reconocimiento general, examen de la vulva, de la vagina y exhaustivamente del cuello uterino, tomará una muestra para citología o Test de Papanicolau.
  • La colposcopía: este examen, consiste en la evaluación directa del Cuello Uterino con un lente de gran aumento denominado Colposcopio, el cual permite visualizar el tejido de aspecto anormal, de encontrarse éste presente, se tomará una pequeña muestra del tejido (biopsia), la cual se enviará al laboratorio para su estudio histológico y determinar dentro de qué categoría se encuentra la lesión.
  • Ante la duda, el médico pedirá una biopsia dirigida (buscando directamente la infección por VPH) del tejido que obtuvo en la colposcopía.

Actualmente un grupo de investigadores del Instituto de Investigaciones Biomédicas en México, encabezados por Goar Gevorkian y Karen Monoutcharin, desarrollan un método que permite detectar el VPH de manera sencilla y económica. El método pretende identificar anticuerpos del VPH en muestras de secreciones incluyendo la saliva de las pacientes que padecen una infección y las que tienen cáncer cervicouterino.







¿Cómo puede prevenirse el cáncer en el cuello uterino?


1. Un control riguroso periódicamente mediante el examen de Papanicolao (al menos una vez al año o más frecuente si así lo indica su médico).


2. Evitar los compañeros sexuales promiscuos, especialmente aquellos que frecuentan prostitutas.


3. No fumar ya que aumenta el riesgo de que las lesiones provocadas por este virus evolucionen hacia cáncer.


4. Estimular el sistema inmunológico. Para ello es conveniente tener una alimentación sana y variada orientada al consumo de sustancias antioxidantes que mejoren su sistema inmunológico. Debe comer mucha fruta y verdura: el tomate es rico en un antioxidante llamado licopeno; brócoli y otros vegetales verdes; frutas y vegetales rojos y amarillos (ricos en betacarotenos).


5. Consumir mucha vitamina C natural (jugo de naranja, limón, tomate, kiwi, fresa, etc.) y alimentos ricos en fibra vegetal.


6. Evitar o comer poco carnes en conserva (jamones y similares) y reducir el consumo de carnes rojas.


7. Consumir alimentos ricos en ácido fólico el cual se encuentra en las hojas verdes (que se deben consumir crudas o poco cocidas). Algunas de las principales fuentes alimentarias de ácido fólico son los vegetales de hojas verdes, el hígado, los granos integrales, los cítricos, las nueces, las legumbres y la levadura de cerveza. También puede consumir el ácido fólico en tabletas. La dosis es de 400 microgramos diarios, para ello puede consumir media tableta de 1mg al día.


8. Evitar el estrés dado que éste baja las defensas del organismo. Se pueden utilizar técnicas para ayudar a manejar el estrés tal como el yoga y la meditación.


9. Hacer ejercicio físico al menos 3 veces por semana (caminar, nadar, etc.). El ejercicio físico estimula el sistema inmunitario de su organismo.


10. No utilizar anticonceptivos orales como método de planificación.


11. No consuma drogas ni alcohol dado que reducen las defensas de su organismo.


12. Duerma al menos ocho horas diarias. Si le quita el sueño a su organismo sus defensas bajan.

Tratamiento

Tratamiento

Aunque actualmente no existe una cura médica para eliminar una infección por VPH, puede tratarse las lesiones y las verrugas que estos virus causan. Los métodos que se utilizan para tratar las lesiones escamosas incluyen cauterización en frío (enfriamiento que destruye el tejido), el tratamiento con rayo láser, el tratamiento quirúrgico con una asa eléctrica (LEEP por sus siglas en inglés) o la cirugía convencional. Pueden usarse tratamientos similares para las verrugas externas.

Igualmente, existen dos químicos poderosos: la podofolina y el ácido tricloroacético que pueden destruir las verrugas externas cuando se aplican directamente en ellas.

VACUNA


La vacuna contra el VPH


En este momento se encuentran en investigación varias vacunas contra el VPH pero solo una ha sido probada para su uso en seres humanos por la FDA de los Estados Unidos. La vacuna combate la enfermedad y crea resistencia. No es un virus vivo ni muerto. La vacuna previene las infecciones de los VPH tipo 6, 11, 16 y 18 y tiene una efectividad del 95%.Las pruebas realizadas en la vacuna demuestran únicamente problemas menores como fiebre después de su aplicación o irritación en el área donde se colocó la vacuna.



¿Quién debe vacunarse contra el VPH?


El FDA aprobó la vacuna en niñas y mujeres con edades entre 9 y 26 años. Es preferible vacunarse antes de iniciar la actividad sexual. Son tres inyecciones, una vez aplicada la primera, necesitará vacunarse por segunda vez dos meses después y por tercera vez a los seis meses de aplicada la primera.


¿Por cuánto tiempo me protege la vacuna?


Como es relativamente nueva, no se sabe con exactitud. Es necesario realizar más estudios. Por ejemplo, no se sabe si es necesario un refuerzo a los dos años de aplicada.


¿Las personas que ya tienen el virus deben vacunarse?


La vacuna no trata ni cura el VPH ya adquirido. La inyección ayuda a que una persona que ya tiene algún tipo de virus, no se infecte por los otros protegidos por la vacuna. Por ejemplo, si tienes el tipo 6, la vacuna lo protegerá de adquirir el tipo 16.



Frecuencia de la infección por Virus del Papiloma Humano

Frecuencia de la infección por Virus del Papiloma Humano

Se calcula que un 60% de la población sexualmente activa podría tener anticuerpos detectables en su cuerpo que indicarían que en algún momento se han expuesto a algún virus de Papiloma Humano. En mujeres jóvenes, la frecuencia de infección es muy alta, hasta un 50% de las mujeres adolescentes y adultas jóvenes adquieren la infección en los primeros años de vida sexual activa. No obstante, el 90% de ellas se curan solas sin tratamiento.

En mujeres jóvenes sexualmente activas, la frecuencia de la infección por VPH es tan alta que una persona puede infectarse, curarse de la infección y volverse a infectar por un nuevo tipo de VPH que, a su vez, cura espontáneamente después de algún tiempo. En un estudio que se está realizando en Guanacaste, Costa Rica, de 7234 mujeres participantes, el 8.2% estaban infectadas por al menos dos tipos de VPH

PREVENCION

Prevención







La prevención de la transmisión, como con todas las enfermedades de transmisión sexual, incluye la disminución de las parejas sexuales y practicar el sexo seguro. Los objetivos específicos incluyen: la abstinencia, porque la única forma de asegurar que no haya contagio con este virus es no tener contacto sexual; si se decide tener relaciones sexuales se recomienda tener sólo una pareja sexual, hablar con su pareja antes de tener relaciones sexuales, usar condón, evitar el contacto con las verrugas. Actualmente existe una vacuna para la prevención de los virus que con mayor frecuencia producen cáncer del cuello uterino y puede aplicarse sólo a mujeres que nunca han tenido relaciones sexuales, además sólo protege contra los tipos de virus más frecuentes.